26/1/20

Aprendí

  Aprendí que la crianza te condiciona y mucho, pero que de ninguna manera te determina. Aprendí que somos el resultado de un libro que nos tocó la fibra íntima, de una película que nos marcó y de un recuerdo distorsionado con el pasar de los años. Aprendí que somos cicatrices, menos las del cuerpo y mas las del alma; algunas que generan sonrisas y orgullo, otras pena y arrepentimiento. Aprendí que en la misma historia se puede ser el villano o el héroe, el justo o el pecador, el determinante o el intrascendente, el cobarde o el valiente, el autoritario o el sumiso, el egoísta o el generoso, y que ninguna es tan verdad ni tan mentira. Porque también aprendí que no se trata de blanco o negro sino del tono de gris.
  Aprendí que el éxito es cuestión de perspectiva y que el amor se trata de no limitar. Que la muerte no tiene prisa y que la vida es vertiginosa. Aprendí que la libertad reside solo en la mente porque en la carne siempre vamos a tener alguna cadena.
  Aprendí que somos las decisiones que tomamos, tanto las buenas como las malas, las simples como las dolorosas. Aprendí que mil veces en el camino me voy a perder, nada va a tener sentido y el dolor va a ser lo único que sienta. Pero a su vez aprendí, a prueba y error, que otras mil veces juntare los pedazos y me voy a volver armar a mi mismo, que como el fénix voy a renacer de las cenizas, a recrearme desde el amor propio. Porque aprendí que aunque así parezca la vida no se termina y la luz se vuelve a prender, la esperanza vuelve a aparecer y se vuelve a ser feliz.
  Aprendí que el amor del bueno a veces implica alejarse aunque se descarne el corazón. Qué el resultado de las decisiones más difíciles solo se puede apreciar cuando el tiempo hizo su trabajo y la herida ya no está en carne viva. Aprendí que me voy a equivocar con la gente y que la gente se va a equivocar conmigo y, por eso, aprendí que cada uno hace lo que puede tratando de encontrar el equilibrio utópico entre la mente y el corazón. Aprendí que a algunos les cuesta sentir y que otros no pueden dejar de hacerlo, y que esto se debe a la necesidad de ponerse una coraza.
  Aprendí que cuando los principios son muy rígidos uno se aísla, pierde perspectiva y, al final, se aleja de lo importante.. Pero cuando los principios resultan muy flexibles uno no se halla, pierde la confianza en sí y no tiene brújula. Aprendí que hay que hacerse amigo de la frustración porque en algún momento le vamos a tener que hacer frente ya que el que patea las fronteras se encuentra con su límite y este siempre pega y nunca acaricia. Aprendí que es la soledad la única que nos permite conocer a nuestro yo real y que tiene que ser nuestra primer compañera, pero que cuando uno tropieza siempre es necesario tener unos brazos que genuinamente nos quieran abrazar. Aprendí que la sangre no tira pero que la costumbre y el amor si lo hacen. Aprendí que los vínculos con nuestros seres amados son lo más preciado que tenemos y que hay que fortalecerlos diariamente con un gesto, un mensaje, un abrazo, una charla o una sonrisa porque también aprendí que hasta la llama mas vivaz y resplandeciente se apaga si el fuego no se alimenta. Y aprendí que para alimentar la llama del otro primero tengo que alimentar la mía debido a que si no me estoy queriendo como corresponde el amor que brindo no es de calidad.
  Aprendí que las balas que mas me perforan son las que disparo yo mismo porque soy mi peor enemigo y mi carcelero. Aprendí que tengo que ser mas indulgente conmigo y consolarme cuando nadie lo haga porque aprendí que hay actos de amor que se hacen por el otro que nunca van a ser reconocidos así como muchas veces yo no voy a entender lo que el otro hace por mí. Aprendí que la incertidumbre es moneda corriente y que hay que aprender a lidiar con ella. Aprendí que los sueños deben ocupar toda nuestra energía, que algunos se alcanzan y otros no, que algunos son abstractos y otros concretos, que algunos se transitan y otros sirven para dar pie a algo mayor; qué a veces está bien abandonarlos si ya no los deseamos porque no está mal cambiar de parecer o de idea. También aprendí que la nostalgia es romántica pero que no hay que abusar de ella porque parte de crecer es dejar atrás ideas, principios, sueños o relaciones que fueron pero que, por alguna razón, ya no son. Aprendí que la idealización está bien pero que hay que ponerle límites. Que el tiempo es lo único valioso y solo tenemos control sobre el presente que nos toca. Aprendí que aprendí mucho pero que mucho me falta. Aprendí que mis aprendizajes me hicieron mas fuerte pero que todavía soy vulnerable. Sobre todo aprendí que de todo se logra aprendizaje.


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26/2/18

07/04/17 Buenos Aires, Escalada/ Argentina

  Día treinta y seis de viaje. Al igual que el año pasado cuando en San Martín de los Andes llegamos a la casa de los tíos de Maxi, ya me siento en zona de confort. Mañana temprano salimos para Mar del Plata y el viaje se termina oficialmente.
  El cuatro de Abril, después de volver de Iruya, pasamos por Giramundo, en Humahuaca, nuevamente. Encontramos a algunos conocidos, sacamos los pasajes para el día siguiente a Bs As y, después de bañarnos y comer, nos fuimos a dormir. Los pasajes que compramos estaban de oferta- novecientos cada uno- y el lugar en el que lo compramos nos dió algo de desconfianza. El cinco a las doce menos cuarto fuimos a buscar los pasajes- el día anterior no estaban pero le dejamos una seña y nos dieron una boleta-. Los pasajes tenían otra fecha y la mina que nos lo vendió no nos inspiraba mucha confianza. Además, a diez minutos de que salga el micro, nos enteramos de que, con ese pasaje, teníamos que bajarnos en San Salvador y desde ahí caminar unas cuadras hasta la sede de otra empresa de la cual saldría el micro para Retiro. La noticia no nos agradó para nada y, francamente, tenía miedo de que nos hayan cagado. Ya no nos quedaba otra. La mina nos había dicho que teníamos que pagar doscientos ahora y que el resto lo pagábamos en la otra empresa.
  A las doce nos subimos al micro y un par de horas después estábamos en San Salvador. Empezamos a caminar hacia la dirección que nos habían dado. Male estaba de malas. Media cuadra antes de llegar vemos un cartel que rezaba " SAN SALVADOR-ONCE, 600 $, 17 HS, Flecha Bus". Nos miramos y la pensamos. Male se quería ir por ahí ya que la empresa era mas conocida. Le dije que me esperara ahí y me fui hasta la otra empresa a ver que onda. Aunque media rustica, parecía decente. Sin decirle que tenía el boleto para pagar los setecientos que faltaban le pregunte cuando y a que hora salía y me respondió que setecientos y a las dos y media. Volví con Male y le dije que no pensaba que hubiera nada raro y que este salía dos horas y media antes. Yo ya quería subirme al micro. Ella me decía que no le daba confianza y que prefería ir con la empresa que conocía y esperar mas. En medio de la conversación nos interrumpe un chabón que trabajaba para Flecha y nos dice que la otra empresa va a salir solo si completa todos los asientos, que puede salir a cualquier hora, mientras que el de Flecha Bus iba a salir a las cinco con los pasajeros que tuviese. Que conveniente, hasta parecía que quisiera que viajemos con SU empresa. Le dije a Male que si ella se quedaba mas tranquila así, viajemos a las cinco por ahí y listo.
  Dejamos las mochilas y nos quedamos esperando el tiempo que restaba tomando mate. El micro de la otra empresa en lugar de a las dos y media, termino saliendo a las cuatro. A las cinco nos movilizaron a nosotros y al resto de los pasajeros una calles hasta donde pasaría el micro. Las cinco se transformaron en la seis y las seis en las siete. El micro no llegaba. Se empezaba a hacer de noche, la zona no era linda, había gente con nenes chiquitos y estábamos todos regalados al tener valijas, mochilas, documentos y plata encima. Un hombre dijo que le habían dicho en la empresa que estaba atrasado y que en quince iba a estar. Los quince se transformaron en veinte, los veinte en cuarenta y los cuarenta en una hora. Me volví a ir hasta la empresa, ya mas impaciente. Le dije que el micro llevaba tres horas de retraso, que se estaba haciendo de noche y que nos dijeron veinte veces que faltaban quince minutos. Lavándose las manos y con prepotencia me dijo que de verdad en quince iba a estar. Volví y dí la noticia. Los quince pasaron nuevamente y ahí fue cuando Male tiró el comentario desencadenante: en un rato ellos iban a cerrar y nosotros nos quedábamos en la calle. La gente se empezó a poner nerviosa. Les propuse a los de mi alrededor armar un grupo grande e irnos hasta la empresa mientras que otros se quedaran por si llegaba el micro. Una vez ahí, ya enojados, exigimos respuestas. El tipo de ahí en un principio siguió en cocorito pero cuando la gente empezó a gritar y a pedir que le devuelvan los pasajes se empezó a quedar en el molde. Esa última idea ni me gustaba ni me convenía. Con Male casi no teníamos plata para hospedarnos y era de noche para salir a buscar. Algunas personas decían que no se iban a ir de ahí hasta que llegara el micro. Le pregunté al flaco a que hora cerraban y me contestó que a las diez. Le dije que esperábamos hasta las nueve y que si no nos devolvían todos los pasajes y respondió que sí. A algunos les gustó la respuesta y a otros no. El ambiente se había caldeado mucho y nadie dejaba hablar. Supuse que no iba a terminar bien y me fuí de ahí. Volví al lugar en donde estaba Male cuidando las mochilas con un grupo de gente y conté lo que había pasado. Muchas personas ya no creían que el micro fuera a venir. Yo esperaba que sí, si no no sé que íbamos a hacer.
  Entre las casos que mas me conmovían por la situación estaba el de un chica joven con dos nenes de no mas de seis o siete años y uno de doce o trece que venía con varias cajas y muchos bolsos como equipaje, y el de una mujer que venía con un hombre mayor que estaba sordo.
  Quince minutos después apareció un hombre con la remera de Flecha Bus diciéndonos que en cualquier momento el micro iba a llegar y que estemos listos porque íbamos atrasados y al otro día iba a estar todo cortado por el paro de transporte ¡¡¡ NOS APURABA ADEMÁS!!! Increíble, viejo. Male odió a ese tipo.
  A los diez minutos el micro finalmente llegó. Empezamos a cargar todo y pensamos que la secuencia había terminado. Pero no, a la odisea todavía le quedaba una vuelta de rosca: Una mujer preguntó para asegurarse si paraba en Escobar, a lo que el chofer responde que no y se desata un nuevo escándalo. El micro suele hacer esa parada pero como había paro de transporte el chofer decía que no iba a tener lugar para parar. La mujer le gritaba que le habían vendido el pasaje diciéndole que tenía parada ahí, que estaba con su papá- el hombre mayor sordo- y que estaba hace cuatro horas esperando en la calle. Algunas personas hacían reclamos similares y otras pedían entrar de una vez al micro. En medio del conventillo el chofer pega una puteada, dice que él así no trabaja y se empieza a ir caminando. Con Male nos mirábamos y esperábamos a que alguien saque una cámara y nos dijera que era todo una joda.
  Unos minutos después, el chofer vuelve y la gente empieza a subir al micro. Algunos pasajeros se fueron y la mujer subió a su papá y quedó con un hombre en que después él lo llevaría en auto a su casa. Ella no subió.
  Cuando nos cortaron el pasaje y subimos notamos otro problema: nuestros asientos no existían, los números no estaban ni arriba ni abajo. Male se largó a llorar y me dice que son todos unos pelotudos de mierda, cosa que yo ya sabía. Como no quedó otra alternativa, nos sentamos en otro lugar- me llegaban a decir que me baje y les prendía fuego el micro- pensando que si el colectivo estaba lleno no se que iba a pasar. Ya sentados, otro pasajero- que ya estaba en el micro desde antes- me cuenta que estos mismo choferes fueron los que el día anterior habían salido desde Buenos Aires y que, llegando a Jujuy, se había roto el micro cuando los habían pasado a buscar a ellos por uno de los pueblitos que están antes de San Salvador. El colectivo estuvo unas horas en el mecánico con los pasajeros ahí y después vino directamente a buscarnos a nosotros. Los choferes llevaban sin dormir mas de un día y ahora iban a manejar otras veinte horas. Cada vez mas linda la situación.
  Después de un trayecto mas largo de lo esperado, llegamos a Once con una linda anécdota para contar.

4/12/17

01/04/17 La Paz/Bolivia

  En la noche de ayer tuve miedo como pocas veces en mi vida. Cuando terminé de escribir levanté la cabeza y ví que Male estaba en el limbo entre el sueño y el despertar y me acosté para dormirme a los pocos minutos. Alrededor de las dos y media de la mañana me desperté sobresaltado al escuchar un trueno que parecía haber partido al mundo en dos, seguido de una ráfaga de luz que iluminó por completo la habitación. Me calmé y, despierto, me mantuve alerta. Los truenos y rayos eran cada vez mas fuertes y hacían temblar los vidrios de la habitación. En eso escucho sollozar a Male que también hace rato estaba despierta y me dice que tiene miedo. Mientras trataba de tranquilizarla empiezo a sentir que me caen gotas en la cara y demás lugares del cuerpo. Prendo la linterna del celular y veo que el techo tenía rajaduras y manchas de humedad de las que caía agua. Male me señala una esquina de la cama que ya estaba empapada. A todo esto los rayos parecían caer a metros de la habitación, el ruido asustaba, todo se iluminaba y los vidrios temblaban. Male se larga a llorar abiertamente y yo empiezo a asustarme. Me puse a pensar que mierda hacía en una isla a cuatro mil m.s.n.m en una habitacionsucha que se caía a pedazos. Cada dos minutos alumbraba el techo para ver si las rajaduras del techo se agrandaban- quizá me puse paranoico pero pense que se podía llegar a venir abajo- al tiempo que planeaba como iba a salir cagando arrastrando a la llorosa Male para salir de ahí. En una de esas mi celular se queda sin batería- hacía dos días que no podía cargarlos y lo tenía en modo avión- y Male me dice que le queda siete por ciento. Todo como el culo. Me puse a hacerle preguntas a Male para distraerla y le sacaba tema de conversación para distraerla ya que estaba en pánico. Así estuvimos durante un rato hasta que la lluvia, los truenos, rayos y goteras amainaron. El resto de la noche fue más tranquila pero dormimos poco y mal.
  A la mañana de hoy despertamos y sin desayunar ni nada bajamos a las apuradas al muelle para tomar el barco que nos llevaría a Copacabana. La realidad es que si bien el lugar es hermoso no lo elegiría, como pensé que lo haría, para vivir como si podría hacerlo en El Bolson. Llueve mucho, la altura te mata y todo requiere caminatas empinadas en terreno desnivelado. De todas formas me gustaría volver en algún momento.
  En Copacabana comimos algo y después de un viaje de cuatro horas llegamos a La Paz. Acá estamos, mañana salimos para Villazón. Después de treinta días de viaje, lentamente emprendemos la vuelta. La idea es llegar a casa antes del ocho, el cumpleaños de Male.
  Hoy en el barco terminé de leer "En el camino" y hace un rato empecé a leer " La conquista del pan", el libro que me regaló Eugene, el rumano que conocí en Tafí del Valle. Leí las primeras veinte paginas con gran interés ya que, aunque no soy anarquista, si coincido en muchas ideas y estoy intentando comprender mejor cuales son las bases de esta ideología y cuales son sus propuestas. Quizá juzgue mal y luego me rectifique pero Kropotkin- autor del libro- promulga un anarquismo diferente al de Thoreau. Lo veo muy cerca del comunismo y le critico lo mismo: lo utópico de las soluciones que propone. Se busca una revolución anarcocomunista o anarcosindicalista en la que la clase oprimida se revele contra el estado burgués e implemente un régimen en el que se utilicen los vastos recursos de la tierra para proveer al mundo de las cosas realmente necesarias como lo son el hogar, el alimento y el agua y, una vez cubiertas estas necesidades, cada uno podría dedicarse a lo suyo y crecer de acuerdo a su esfuerzo y capacidades.Pero ¿quién dictaría el orden de este supuesto nuevo mundo?¿ con qué legitimidad una determinada persona o grupo se hará con el poder?¿ no pasaría lo mismo que con cualquier otro régimen político del índole que sea?¿ quién asegura que la pirámide no continuaría estando y que los que tienen el poder no se aprovecharían de ello?¿ como se llega a un régimen tan perfecto en apariencia? ¿ cuantas vidas deberán ser entregadas a dicha causa? Estas y otras muchas cuestiones se me presentan al leer al autor. Me falta mucha lectura y quizá, para bien o para mal, Kropotkin aclare alguna de estas dudas. Que sus respuestas me conformen o no, sera otra cuestión. Por el momento continúo fiel al egoísmo e individualismo sano del fenómeno de H.D Thoreau.

17/11/17

30/03/17 Copacabana, LA ISLA DEL SOL/ Bolivia

  El que no cumple sus sueños es porque no los desea con suficiente intensidad. ESTOY EN LA ISLA DEL SOL. LLEGUÉ. Uno de los momentos mas felices de mi vida. El viaje de entrada fue planeado con la idea de recorrer las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy con las posibilidad de pasar a Bolivia y, si la situación se prestaba y las condiciones se daban, llegar a la Isla del Sol. El destino es un invento de los cobardes. Si se buscan determinadas condiciones uno tiene que lograr que se den. Dice Katzenbach en El psicoanalista " el mayor lujo de nuestra existencia, por más miserable que esta sea, es que no sabemos los días que nos han tocado en suerte". Lo sueños se cumplen hoy, se vive conforme a los principios de vida hoy, se dice te amo hoy. La sociedad enseña a postergar. Es necesario trabajar y estudiar, tener una casa e hijos, casarte y ser quién te dicen que debes ser. Si no se sigue ese caminito empedrado que te guía hacia lo que es considerado correcto, uno se convierte en un paria. Tener es mas importante que sentir, los sueños y principios pertenecen a libros y películas. Que ironía que las personas se pregunten por qué el mundo es frío y cruel.
  Hoy, exactamente cuatro semanas después de haber salido de Mar del Plata, conocí uno de aquellos lugares a los que me prometí ir antes de morir. En este momento escribo sentado en un muelle rozando con las zapatillas el infranqueable lago Titicaca mientras veo al sol esconderse detrás del horizonte. Y esto no me lo quita nadie. Pero, sin embargo, no me resultó fácil llegar hasta acá. Ayer a eso de las cinco y  media de la mañana llegamos a La Paz. La capital boliviana nos recibió con frío y lluvia. Con Male esperamos a que el sol saliera y abajo de la lluvia salimos a buscar hostel. Nadie nos abría la puerta. Al rato, después de tanto molestar, nos abrieron la  puerta en "Isidoro" cobrándonos cincuenta bolivianos. Mojados, con frío y sucios dejamos las mochilas y nos pegamos un baño en una ducha que solo de vez en cuando tiraba un chorro de agua caliente. A las puteadas, nos acostamos a dormir a las ocho de la mañana para despertarnos a la una.
  Male viene tirando con un resfriado y mucha tos hace una semana. Como le dolía el pecho prácticamente la obligué a que vayamos a consultar a un médico después de haber comido unas empanadas que ni se comparan a las argentinas y sacar los pasajes a Copacabana- treinta bolivianos-. En el consultorio le dijeron que se le había bloqueado un conducto de la bilis y, mediante una inyección, le dieron un antiespasmódico que al rato la hizo sentir mejor. Me es grato contar, por otro lado, que al fin pudimos lavar la ropa sucia, lo que fue un alivio.
  A las ocho de la mañana de hoy estábamos camino a Copacabana. El colectivo hacia muchos ruidos y el conductor no se perdió un bache, haciéndonos saltar durante las cuatro horas de trayecto. En Copacabana compartimos un menú de quince bolivianos entre los dos y luego tomamos un barquito que dos horas después nos dejó en la isla.
  Resultó que la playa, en donde queríamos acampar, queda en la otra punta de la isla. Subir el trayecto que hicimos fue la segunda cosa mas difícil que hice en mi vida después la montaña que con Maxi subimos en El Bolsón y esto se debe, en gran parte, a que Male se descompuso por la altura y la pasó realmente mal, lo que derivó en que yo llevara todas las mochilas. A media hora de llegar a la parte más alta de la isla ví que Male de verdad no podía más, así que le propuse quedarnos en una de las casas que alquilan los lugareños a lo que ella aceptó encantada. Siento mucha admiración por mi novia. Ella no se considera una mochilera y, obviamente, prefiere viajar con ciertas comodidades. Pero gracias a una mezcla de la gran valentía con la que enfrenta a la vida, su amor por mi y su hambre de conocer, se lanzó de lleno a un viaje repleto de aventuras e incertidumbre. Apoya mi romanticismo y le estoy muy agradecido.
  Un rato después de instalarnos-veinticinco bolivianos- fuimos a tomar unos mates y cuando volvimos la dejé descansado en la habitación y me vine hasta acá a estar solo un rato. Y, como siempre, a contemplar. Estoy empezando a quedarme sin luz y tengo una larga caminata hasta la habitación que además es en subida.

2/11/17

27/03/17 Potosí/ Bolivia y 28/03/17 Uyuni( ruta a la paz)/ Bolivia

  Bolivia tiene escasez de agua y te cobran por ir al baño en lugares públicos y para bañarte en los alojamientos. Ahora aprecio lo que es tener agua caliente a cualquier hora del día y hasta poder lavarte las manos sin quedar helado. Hace tres dias que no me puedo bañar y recién Male me lavó la cabeza en una canilla con agua helada. Desde Jujuy que a partir de las seis o siete de la tarde empieza a bajar la temperatura y el frío se vuelve crudo. El invierno debe ser durísimo.
  Hoy nos levantámos temprano y recorrimos varias lagunas que me recordaron muchísimo a las nombradas por Thoreau en "Walden". Este, durante los dos años que vivió en un bosque alejado de la sociedad, se dedicó a estudiar el movimiento de las lagunas con su fauna y flora además de plantar, pescar y realizar notables reflexiones filosóficas. Pensar esto me recordó la idea de en algún momento poder vivir así, lejos de las personas y viviendo por mis propios medios. De todas formas no sería Uyuni el lugar que elegiría. Me faltan muchos viajes y aprendizaje para eso. Todo a su tiempo.



  A las cuatro de la mañana de hoy estábamos arriba y, con tres grados bajo cero de temperatura, subimos a la camioneta de Jorge. No tengo la menos idea de como, pero a oscuras y en medio del desierto nos dejó a tan solo unos metros de un geiser- un chorro de vapor que sale de la tierra debido al volcán en actividad que se encuentra debajo- y con las linternas nos acercamos a ver. Jorge nos advirtió que caminemos con cuidado ya que varias personas murieron en ese lugar cuando cayeron en pozos repletos de agua hirviendo. No me considero una persona asustadiza- me podría definir hasta de temeraria-, pero realmente daba miedo caminar por ahí. Después visitamos algunas lagunas y alrededor de las seis de la mañana nos sacamos la ropa y, con muchísimo frío, nos metimos en unas termas que tenían entre veinticinco y treinta grados de temperatura. Fue un alivio, pero salir no fue nada agradable. El resto del día lo pasamos visitando diferentes lugares que no me impresionaron demasiado.
  Hace tres días que no paro un segundo. Estoy cansado, sucio y enfermo. Después de volver a Uyuni nos separamos de las cordobesas, Manuel y Lautaro que se fueron a Potosí. En este momento escribo desde arriba de un micro que tiene el inconfundible olor de la orina y que parece ir perdiendo partes a su paso. Mañana a las seis de la mañana vamos a llegar a la Paz y buscaremos un hostel para bañarnos, lavar la ropa sucia y relajar un poco para pasado mañana cumplir el sueño: La Isla del Sol.

17/10/17

24/03/17 Villazón/ Bolivia y 26/03/17 Uyuni/ Bolivia

  Para cuando me levanté a desayunar en Humahuaca, Manuel se estaba yendo a la ruta. Un rato después salieron las cordobesas y a los quince minutos Lautaro. decidimos separarnos para así tener posibilidades de ser levantados en la ruta. Funcionó en gran medida. Male y yo salimos alrededor de las nueve y media del hostel y dos horas después frenó una camioneta y nos alcanzó hasta La Quiaca. Una vez ahí nos encontramos con Luciana, Nicole y Manuel-las dos primeras se encontraron con el último en Abra Pampa, un pueblito que se encuentra entre Humahuaca y La Quiaca, y desde ese momento hicieron dedo los tres con un buen resultado-, pero no había noticias de Lautaro. Cuando se fue le pedimos que cargué el celular y nos avise si lo habían levantado o si se tomaba el micro. Paseamos un rato, comimos algo y Lautaro seguía sin dar señales. Ya iba siendo hora de cruzar la frontera. Habíamos acordado encontrarnos todos en La Quiaca entre las doce y las dos. Eran las cuatro y media y nada. Francamente empecé a preocuparme. Lo llamábamos y atendía directamente el buzón. Finalmente, casi a las cinco, respondió a un llamado de Luciana. Hizo dedo hasta las doce sin resultado y cuando fue a la terminal le dijeron que el próximo micro salía a la una y media. Al parecer en la ruta no tenía señal y las llamadas le llegaron después pero se había olvidado de cargar el celular.
  Los seis juntos pasamos la frontera sin complicación alguna y en una casa de cambio canjeamos pesos por bolivianos. Después fuimos a la estación de trenes y compramos los pasajes mañana salir a Uyuni pagando mas de lo esperado. Teniendo los pasajes en mano, anduvimos dos horas caminando con las mochilas para buscar un hostel barato. Caímos en uno que nos cobraba treinta bolivianos-setenta y cinco pesos argentinos aproximadamente- pero que no tenía cocina ni wifi. Los demás hosteles no eran mucho mejores. Manuel, Luciana y Nicole querían ir a un hotel que costaba ciento ochenta pesos argentinos y Male, Lautaro y yo preferíamos quedarnos en el otro, que salía menos de la mitad. Evidentemente esto se las traía floja y dijeron que ellos iban al hotel. Male no quería que nosotros tres nos quedáramos solos en ese lugar que no era el ideal. Terminamos por ir al hotel contra mi voluntad. Mi humor en este momento no es el mejor.



  Hay algunos momentos, los menos esperados, en que uno tiene una epifanía. Como por arte de magia una gran verdad te golpea en las narices. Ayer nos levantámos en Villazón y fuimos a la feria con la intención de equipararnos para los próximos días. Yo compré un termo a cien pesos argentinos para reemplazar el que se rompió en Cafayate, Male una manta porque no tiene bolsa de dormir y nos hicimos de una carpa para acampar en la Isla del Sol además de algunas boludeces mas que nos eran necesarias. Después de comer unas empanadas de queso como almuerzo nos subimos al tren que nos traería acá luego de ocho horas. Ahí es donde pasó. Estaba contrariado por haberme visto obligado a dormir en un hotel pero de repente entre en la cuenta de estar ignorando uno de los principales dictados de mi filosofía de vida: NO TE ANGUSTIES, HAY QUE VIVIR SIN PREOCUPARSE, o, Hakuna Matata. Dormí en un lugar con comodidades innecesarias y gasté una plata que podría bien haber sido mejor invertida en otra cosa. Pero me encontraba cruzando a otro país, conociendo otra cultura, VIAJANDO, cumpliendo uno de mis objetivos de vida. Puedo decir que conozco el buen vino y conozco el peor. Continúo nutriéndome de experiencias, rompiendo con las estructuras y aprendiendo que lo que te muestran no es todo lo que hay.
  He aquí la epifanía: La verdadera belleza, el aprendizaje real, esta ahí fuera esperando a que lo agarres ¿ Que mas dá si andas con mucha, poca o nada de plata en el bolsillo? ¿Que mas dá si dormís en un cinco estrellas y al siguiente en una plaza? Ahí radica el secreto: hay que aprender a ser feliz en la simpleza, pero si el cosmos te regala lujo o comodidad, no tiene sentido rechazarlos sino que hay que saber disfrutarlo de igual manera y aprender de ello. No necesito mucha plata en el bolsillo, ni parar en un hotel para sentirme cómodo, pero si se presenta la oportunidad ¿ por qué no? Faltan muy pocos días para cumplir un mes de viaje y en este tiempo comí tanto arroz pelado como una hamburguesa cargadisima acompañada con un fernet; dormí en un hotel y en un departamento a estrenar en Salta Capital como en un hostel que no tenía agua y en una casa de familia sumamente humilde; viajé en colectivos de buena y mala calidad, en un tren con wifi y en otro que se respiraba tierra, además de también hacer dedo. Como dije, conozco el buen vino y conozco el peor. Si se tiene buenísimo y si no, también. Siempre se puede.
  Llegamos a Uyuni a las doce de la noche de hoy sin hospedaje. Seguimos a otro grupo de mochileros y terminamos en un hostel llamado "Jalama", pagando cuarenta bolivianos. Me dormí alrededor de las dos y a las siete estaba arriba otra vez. Vengo durmiendo muy poco. Ni desayunamos y salimos a averiguar precios para el Salar. Male se quedó en el hostel porque se sentía mal. Finalmente terminamos consiguiendo una excursión y empecé a ser consciente de que iba a conocer el salar mas grande del mundo.
  A las once menos cuarto estábamos los seis arriba de la camioneta y partimos. Mama naturaleza se mostró radiante y nos dió a conocer una de sus grandes creaciones. Estuve en uno de los lugares que tantas veces vi en fotos y lo hice sin haberlo planeado. Una de las cosas mas hermosas que ví en mi vida. Paisajísticamente si no es lo mejor, pega en el palo y pica en la linea.
  Después de un largo día, el guía, Jorge, un boliviano culto y de opiniones políticas muy firmes, nos dejó en un hostel con todo pago, comimos y ahora me voy a dormir. Mañana esperan mas paisajes y caricias a la vista, al igual que pasado. Y después... la vida dirá. Espero podamos llegar a la Isla del Sol.

5/10/17

23/03/17 Humahuaca/ Jujuy

  Hoy fue un día tranquilo. Y me alegra que haya sido así. Viajar no es simplemente conocer lugares y sacarse una foto, sino pasar un día más viviendo como cualquier otro ciudadano del lugar. Como siempre digo, dedicar tiempo a contemplar. Es hermoso relajarte y dejar que fluya, minimizar lo que el tiempo significa. Pienso que es por eso que muchas personas, aunque felices, regresan agotados de un viaje. Se apuran, corren, pagan una excursión, sacan la foto y pegan la vuelta. Suelo sonar como un romántico y tal vez lo sea, pero tomarte un mate arriba de un cerro que a la altura de sus pies te muestra un pueblito de pocas calles y observar esto mientras el viento zumba contando mil historias, me resulta fascinante. Ayer en Humahuaca una nena de no más de seis o siete años se paró delante nuestro para preguntarnos si podía  cantarnos una copla. De donde yo vengo esas cosas no pasan.
  A la mañana nos despertamos, disfrutamos del desayuno que viene incluido con el hospedaje en el hostel y comenzamos a dudar acerca de si ir o no al Hornocal a ver el cerro de los catorce colores. Male y Manuel se sentían mal, Nicole no quería ir y Luciana, Lautaro y yo estábamos dubitativos. En un principio- siempre en contra de las excursiones- propuse ir caminando pensando erróneamente que eran diez kilómetros hasta el cerro. En el hostel nos informaron que en en realidad eran treinta y ni siquiera yo apoyé mi moción. Se estaba haciendo tarde y a ninguno le gustaba la idea de pagar dos camionetas que nos dejaran al pie del cerro-hay que llegar hasta la Isla del Sol, o, por lo menos, al Salar-, asique terminamos por no ir acordandolo implícitamente cuando me puse a leer y cada uno de los demás se dedico a lo suyo.
  Después de comer le propuse a Male ir a Uquía, un pueblito cercano, a pasar la tarde y Lautaro decidió también venir con nosotros. Nos tomamos un colectivo pagando diez pesos que nos dejó a un lado de la ruta. Doblamos a la derecha y entramos a un pueblo en el que parecía ser que sus habitantes habían tomado conjunta y espontáneamente la decisión de marcharse de un momento a otro dejando ventanas abiertas, ropa tendida y algún que otro perro. Recorrimos todo el largo del lugar y no vimos a mas de tres o cuatro personas. Empezamos a caminar en medio de cactus y variedad de flora para después de un rato encontrar un sendero y seguirlo hasta arriba. Ahí nos tomamos unos mates y comimos unos pedazos de bizcochuelo para después de una hora y pico pegar la vuelta y entrar a Uquía justo en el momento en el que los estudiantes salían del colegio reviviendo a su paso al pueblo como fénix emergiendo de las cenizas. Cruzamos la ruta y tuvimos la suerte de que el colectivo estaba llegando. Hace un rato que estamos de vuelta en el hostel y estamos por hacer la cena. Un buen día a pesar de la escasa actividad. Si todo sale bien, mañana a esta hora voy a estar en Bolivia.

27/9/17

21/03/17 Tilcara/Jujuy

  Nos levantamos relativamente temprano en Salta Capital y caminamos a la terminal-no hicimos dedo ya que para llegar a la ruta teníamos que tomarnos dos colectivos de linea y caminar bastantes cuadras- y tomamos un micro a San Salvador de Jujuy, en donde apenas llegamos nos reencontramos con Manuel.  Nos dijo que San Salvador era muy caro- los hosteles no bajaban de doscientos pesos- y que había sacado un pasaje para Purmamarca. Teniendo en cuenta nuestra experiencia en las capitales, seguimos su ejemplo. Eran las once y monedas y el micro salía a la una. Tomamos unos mates los seis y a la una arrancamos hacia el nuevo destino.
  Purmamarca es un pueblito de no mas de quince o veinte calles pero de gran atractivo. Nos hospedamos en una casa de familia a cien pesos la noche que, si bien dijeron que teníamos acceso a la cocina, mantuvieron la puerta de la misma cerrada. Nos vimos obligados a comer afuera. En el norte la siesta es sagrada y como ya eran alrededor de las tres de la tarde todo estaba cerrado. Solo conseguimos un lugar en el que con Male compartimos una milanesa con arroz pagando mas de lo que me hubiera gustado. Mas tarde volvimos a la casa y cuando los demás se fueron a pasear, con Male tuvimos la primer discusión fuerte del viaje. Nos arreglamos, paseamos por el centro del pueblito y a la noche fuimos a un pequeño bar ya que Nicole quería ver el partido de Talleres que jugaba contra Boca. Todos querían comer ahí y tomar algo. La realidad es que no compartía esas ganas debido a que no vengo a buscar ese tipo de experiencias, pero tampoco me gustaba la idea de cortarnos principalmente sabiendo que Male quería hacerlo. Accedí. Pero pienso que los comportamientos en grupo llevan a tomar decisiones que uno no quiere realizar. La idea es estirar el viaje y aprender de la simpleza, vivir con poco y aprender a ser feliz con poco. Ese pensamiento lo vi desvirtuado en los últimos días y se debe a que dentro de un grupo se tiende a perder la individualidad. Por eso me encanta estar solo y a pesar de a veces aislarme para escribir o leer, necesito mas tiempo para mi.
  Después de comer, salimos del bar y empezamos a buscar algún sendero para subir al cerro y sacarle una foto de noche sin éxito. Anduvimos por las afueras del pueblo, subimos una pequeña montaña y hasta entramos en un cementerio pero no hubo caso. Cuando estábamos volviendo a la casa de familia escuchamos música y nos acercamos. Un hombre de unos cuarenta años salió de una fiesta y nos invitó a entrar. Dijo que a las once iban a subir al cerro a enterrar el carnaval. Entramos y nos ofrecieron una bebida que se que tenía vino pero desconozco el resto de los ingredientes. Como chupan los norteños, mamita. Estaban todos en pedo y nosotros terminamos alegres. Al rato apareció una orquesta y gente disfrazada de diablitos. Empezamos a ascender al cerro y cantamos y bailamos con ellos. Algunos por momentos se pusieron pesados y acosaban a las mujeres. Male no se alejaba mucho de mi. En un determinado momento llegamos a un lugar en el que había tres grandes montañas de piedra sobre la tierra que eran ofrendas a la pachamama. Adornaron a estas con harina, botellas y los rosearon con alcohol. Una mujer se nos acercó y puso en nuestras manos unas pelotitas de piedra diciéndonos que las arrojemos a la ofrenda y pidamos un deseo. Así lo hicimos y un rato después el ritual terminó.
  Al otro día temprano hicimos el cerro de los siete colores que, aunque es lindo, no me impresionó demasiado. Esperaba una caminata mas larga y un paisaje mas impresionante. De todas formas valió la pena y me pone contento haber estado ahí. Al terminar, volvimos al hostel, agarramos las mochilas y de pasada a la ruta me compre un mate y con Male compramos un par de recuerdos para la familia.
  En la ruta no nos levantó nadie. Eramos muchos. Nuevamente comportamiento en grupo. Generé un gran vinculo con los cuatro compañeros de viaje que están con nosotros y realmente espero volver a encontrarnos cuando todo esto termine, pero no estoy reticente a separarme de ellos si nuestros tiempos son diferentes. No es ese el caso de Male. Seis personas al costado de la ruta estirando el dedo tienen menos posibilidades que dos. Me gusta mucho la experiencia de viajar en grupo, pero tenemos diferentes tiempos y a veces quiero pasar tiempo solo o con mi novia. Terminamos por tomar un micro que nos trajo hasta acá.
  Tilcara me gusta mucho, pero te cobran hasta el aire que respirás. Hector y Andrea, la pareja que conocimos en Cafayate, nos recomendó una casa de familia en la que cobraban cien pesos, pero al llegar a dicho lugar no nos atendió nadie. Estuvimos tres horas esperando. Nada. el resto de los hosteles no bajaban de ciento cincuenta pesos, pero finalmente conseguimos uno a ciento treinta con desayuno incluido.
  Una vez instalados visitamos el Pucará de Tilcara, las ruinas de los Tilcaras, una tribu aborigen .Al igual que las ruinas de Quilmes, me generó un amplio respeto.
  Hoy nos levantamos, desayunamos y emprendimos una caminata para visitar las Cuevas de Huayra. Al llegar al cartel que indicaba que nos faltaban seis kilómetros, una mujer nos interceptó para decirnos que está prohibido subir sin un guía, el cual nos cobraría ciento cincuenta pesos por cabeza. Le contestamos que tanto en turismo como en el hostel nos dijeron que podíamos hacerlo solos y que, además, nos querían cobrar por algo que era tanto suyo como nuestro. Ella esgrimió dos argumentos: por un lado dijo que era obligatorio ir con un guía para preservar el lugar ya que la gente lo ensucia y,por otro,que ellos, su comunidad, enfrentaban un juicio contra un hombre que decía ser dueño del lugar y que debían financiar dicho juicio. Le respondí que se podían tomar otra medidas para preservar el lugar- como poner garitas de seguridad con personal que controle como vimos en el Pucará- y que si ellos se tomaban la molestia de explicar su lucha a los visitantes y pedir una colaboración, seguramente mucha gente querría contribuir con su causa. El camino a las cuevas no tiene carteles, senderos, baños, tachos de basura ni nada por el estilo. No tienen gastos y obligan al visitante a ir con un guía para así facturar. Cuando nos dijo que era por seguridad le dije que deberían tener un documento en el que yo pueda firmar que subo bajo mi propia responsabilidad. Una vergüenza. Finalmente no pudimos hacerlo y al ir a turismo y a la municipalidad, todos se pasaban la pelota. Lo que hacen las comunidades es privatizar un lugar que no solo es de ellos.
  Al volver, indignados- yo personalmente-, comimos algo rápido y fuimos para la garganta del diablo. Nos abrigamos porque empezó a hacer bastante frío y a lloviznar. Ni bien empezamos la caminata por el sendero comenzaron a caer rayos, escucharse truenos muy fuertes y levantarse ráfagas de viento bastante importantes. Yo estaba en pantalones cortos y tenía un buzo arriba de la remera. Las chicas se asustaron y dijeron que ellas se volvían. Con Manuel y Lautaro seguimos. El clima empeoró y nos cruzábamos a gente que estaba bajando sin haber llegado al final. Aún así decidimos seguir. Hubiera sido muy frustrante que además de no haber podido subir a las cuevas tampoco pudiéramos haber hecho la garganta del diablo. La ida fue toda en subida y al tener la ropa mojada empezamos a tener frío. A la media hora paró de llover, el viento amainó y el cielo se despejó. Llegamos sin mas problemas y la vuelta fue mucho más tranquila. Cuando llegamos al hostel mojados, cansados y con frío pero triunfantes y orgullosos, las chicas nos recibieron con arroz con leche mientras nos contaban que un rayo cayó a metros de ellas. Entramos en calor, me puse a escribir y ahora me voy a comer.

13/8/17

17/03/17 Cafayate, Salta

  ¿Quién tiene legitimidad para establecer quien puede visitar determinado lugar histórico y quien no? Ayer, debido a la lluvia, no pudimos ni vender pastelitos ni ir a las cascadas. Entonces, pensando que era algo parecido a un museo al aire libre, fuimos con una leve llovizna a las Ruinas de los Quilmes, una antigua tribu aborigen que luchó contra los conquistadores y al ser derrotados los sobrevivientes se lanzaron desde el cerro mas alto prefiriendo la muerte a ser esclavizados.
  El autobús nos dejó y caminamos unos cinco kilómetros hasta la entrada a las ruinas. Ahí nos dijeron que la visita al lugar costaba cincuenta pesos sin incluir la caminata con el guía que nos daría una charla. El guía nunca apareció ¿ por qué estoy pagando entonces?¿ por qué ese lugar es mas de algún estamento que mío? Es tanto su historia como la nuestra. Son ruinas, piedras, tierra y montaña además de un par de carteles pegados. Mantenimiento no necesita. Con gusto pagaría si un guía nos acompaña y explica detalles atractivos, pero no fue el caso. Entonces, repito, ¿ por qué pagué por ver un lugar al que tengo acceso como cualquier otra persona? Se apoderan de las cosas como si fueran suyas, es indignante.
  No tenía sentido discutir con un empleado que nada tiene que ver. Me tomé un micro y caminé cinco kilómetros, así que pagamos y pasamos. Yo me fui hasta allá con jean, zapatillas de tela, buzo y gorrito. Nada peor para hacer una caminata ya difícil de por sí que además estaba agravada por la constante lluvia. Subimos con esfuerzo y a medida que subíamos la vista mejoraba. A Male le costó pero se la bancó re bien. Anduvimos casi dos horas subiendo para después bajar y caminar los cinco kilómetros hasta la ruta con una lluvia que estaba mas fuerte. Ni bien empezamos a caminar por el sendero de tierra abajo de la lluvia pasó un auto y levanté el dedo. Paró y como ya llevaba a otro mochilero y no entrabamos en el auto, subieron Male, Luciana y Nicolle. Lautaro, Manuel- el chabón de Santa Fé- y yo caminamos por la ruta y charlamos de los motivos que nos llevaron a realizar el viaje. Cuando llegamos y nos volvimos a encontrar con las chicas, hicimos dedo y decidimos que si nos levantaban iríamos de a dos, un hombre y una mujer, y en Cafayate dividiríamos la plata de los pasajes. No nos levantó nadie y a las siete y media bastante pasadas, paró el micro y nos lo tomamos. Manuel pagó nuestro pasaje ya que no llegábamos con la plata y acá le devolvimos.
  El mochilero que estaba en el auto con los chicos resultó solo llevar una mochila pero no estar viajando de la misma manera que nosotros. Se tomo el bondi y como el micro que tomaría a Salta Capital salía a las tres y media de la mañana vino al hostel con nosotros, comimos, nos invitó a dos cervezas y me compro una  pulserita.
  Nos bañamos y nos acostamos. Mi ropa estaba mojada y se acentúo el dolor de garganta que ya tenía desde la mañana. Hoy era un día ideal para las cascadas pero Male se sentía mal y le da un poco de miedo ir. Eso sumado a que una chica de Suiza que salió un par de veces con Manuel e iba a venir tampoco va, nos decidimos por no hacerlo. Tenía bastantes ganas pero todo tiene su por qué aunque no lo sepamos. Quedará para la próxima.
  A la tarde hicimos pastelitos y nuevamente vendimos todo. Para festejar nuestro último día en Cafayate vamos a hacer unos chorizos y mañana salimos para Salta.

7/8/17

15/03/17 Cafayate/ Salta

  Vivir lo más al margen posible y que el mundo se caiga a pedazos. Eso escribí hace unos cuantos días y quiero extenderme acerca del tema. Muchas veces plasmar una idea por escrito me ayuda a aclarar la mente y consolidar esos pensamientos latentes en mi cabeza.
  Si el mundo no cambia es porque las personas no quieren cambiar. Compran el pescado podrido que les venden las naciones, religiones e instituciones en general. El ser humano está perdido en el universo y no es capaz de afrontarlo. Elige tener sentido de pertenencia por alguna o varias de las entidades que nombré para así creer que es parte de algo. Se pone la camiseta y entrega su vida a un sistema que lo esclaviza con palabras dulces y promesas vanas.
  Es muy cierto que muchas movilizaciones y protestas a lo largo de la historia han derivado en grandes cambios que contribuyeron al bienestar de muchos. Pero la realidad es que, llamale feudalismo, esclavismo, capitalismo, comunismo, socialismo o cualquier otro sistema habido o por haber, siempre se ha respondido al interés de unos pocos. Se ha matado, humillado, torturado y demás en nombre de la patria y de la religión. El ser humano actúa en masas. Eso se busca. Ganado que no piense y le tema al lobo, peones que den la vida por el rey y la reina. Cualquier tipo de institución funciona como mecanismo de control. Francamente, y lo digo por si no resulta una obviedad en mis palabras, perdí hace mucho tiempo la fe en la política y en cualquier tipo de institución.
  Sin embargo, no me considero un estúpido idealista. Vivir completamente al margen no es factible y aquel que crea que no contribuye, aún sin quererlo, a que la rueda siga girando es un incompetente incapaz de ver mas allá de su fanatismo. Y tengo en claro que, si bien no es partidista, estoy haciendo política con estas palabras desde el momento en el que sean publicadas en un tiempo.
  El punto clave se encuentra en que el cambio no se genera mediante eventos públicos respaldados por organismos o partidos políticos que llevan a cabo distintas políticas, sino que empieza en uno. En su forma de vivir, en su forma de tratar al otro, en el mensaje que dejamos con todas y cada una de nuestras palabras y acciones. No se suele ser consciente de lo que una persona, actitud, gesto o palabra puede llegar a causar¿ para que meterme en política y agrandar a los gigantes?¿ Por que lavar la mano que me golpea? "Si quieres cambio, pués camina distinto" ( Gracias René). Vivir y dejar vivir, hacer el bien pero no por eso abandonarse a uno mismo. El filántropo es el que pierde.
  Pienso que la libertad y la felicidad son prácticamente la misma cosa, y yo, sin mas vueltas, simplemente salgo a buscarlas. Leo, escribo, pasó tiempo solo, viajo, escuchó a todo aquel que tenga una visión crítica acerca de cualquier cosa, digo lo que pienso y vivo conforme a ello, pido disculpas y quiero aprender. Hago un intento de vivir al margen y desembarazarme de tanta mierda. Que se queden con sus instituciones aquellos que quieran hacerlo. El que no quiera abrir los ojos que se arregle. Por mi, que el mundo se caiga a pedazos.
  Volviendo al presente físico, seguimos en Cafayate. A la mañana salimos a vender y no quedó nada. Un día súper productivo. Ya es el segundo día que comemos sin poner un peso y nuestro único gasto es la estadía en el hostel que equivale a cien pesos cada uno. Mañana seguramente vamos a las cascadas con un chabón de Santa Fé que conocimos hace un par de días.

18/7/17

14/03/17 Cafayate/ Salta

  Doce días de viaje. Hoy va a ser la tercer noche que pasó acá. Pasaron muchísimas cosas.
  El doce nos levantamos temprano con la idea de ir a hacer dedo y llegar antes de las tres de la tarde a Cafayate para encontrarnos con las cordobesas- que están haciendo un voluntariado y nos reservaron unas camas en el hostel-, Lautaro y sus amigos ( todos mochileros que conocimos en Tafí y con los que pegamos onda) para ir todos juntos a recorrer las cascadas. El problema estuvo en que Tafí del Valle nos volvió a despertar con lluvia. Decidimos esperar a que pare y si en un rato no lo hacía tomarnos un micro. Paró. Así que caminamos unas lindas diez cuadras en subida y después de estirar una hora y pico el dedo nos levantaron un hombre y una mujer, hermanos, que nos dijeron que nos podían dejar en Amaicha, a más de la mitad del camino. Al subirnos al auto nos dió lastima la carita de la perrita que nos siguió desde el hostel.
  Esta vez la que sufrió las curvas de la vertiginosa ruta fue Male. Yo no me sentía muy bien pero lo pude manejar. Los hermanos, aunque no hablaron durante la mayor parte del trayecto, nos trataron bien y con mucha atención. En un momento pararon al costado de la ruta y le preguntaron a Male si quería que paremos un rato o un caramelo para que le suba la presión. Ella reclinó la primera oferta pero si aceptó, al igual que yo, el caramelo. Un rato después nos dejaron en Amaicha.
  Teniendo en cuenta que Male no se sentía bien, preferimos olvidar el dedo e ir a la estación de colectivos. Seguimos indicaciones, caminamos algunas cuadras y pedimos un pasaje a Cafayate. Ya eran las dos de la tarde para ese momento y el próximo micro salía a las cuatro, por lo tanto nos quedamos un par de horas esperando. Comimos unas empanada- no habíamos probado bocado desde las nueve de la mañana cuando desayunamos unas rodajas de pan- y yo me dormí una siesta en un banco para compensar la noche anterior en la que los mosquitos masacraron cruelmente varias partes de mi cuerpo sin dejarme dormir y manteniendome alerta. Son los únicos seres vivos que odio, además de los seres humanos la mayor parte del tiempo. A los dos por lo mismo: no dejan vivir al otro.
  Llegamos a Cafayate alrededor de las cinco o cinco y media de la tarde. Ya teniendo indicaciones y sabiendo en que hostel íbamos a parar no tardamos en llegar. Una vez ahí nos encontramos con que no había nadie. Todos estaban en las cascadas. Al inscribirnos vimos en el cuaderno dos nombres conocidos: Jano y Mariana, otros mochileros con los que trabamos amistad en Tafí. Nos instalamos, tomamos unos mates y para las nueve llegaron todos los demás. Nos contaron que es super recomendable pero muy peligroso y que de verdad es necesario contratar un guía. Después con Jano, Male, Hector y Andrea fuimos a comprar comida para todos. Veintidós pesos cada uno, correspondiendole cinco empanadas. No existe, viejo. Re barato. Comimos, charlamos de música y estilos de vida, jugamos un juego de habilidad mental que nos enseñó Jano y tipo una nos fuimos a dormir.
  Ayer, con todo el grupo, gastamos seis pesos por cabeza en unos fideos con huevo y verdura y a las tres nos fuimos a visitar la Quebrada de la Conchas, una excursión que dolió pagar- doscientos cincuenta pesos- pero que valió la pena y sin guía nos hubiéramos perdido ademas de no haber visto muchísimas cosas. Hermoso. Conocí algunos de los lugares que casi todas las mañanas veía en fotos mientras tomaba mate antes de ir a la facultad o a trabajar. A la vuelta, comimos un plato de sopa con fideos cada uno por cuatro pesos- escribo los precios porque de tan increíbles en unos meses voy a creer que exagero- y dormimos temprano por el cansancio.
  Ya que el presupuesto se nos empezó a ir de las manos con la excursión que no estaba en los planes y los primeros días en que no encontrábamos hostel, con Male decidimos hacer algo para generar ingresos. Las cordobesas, Luciana y Nicolle, se sumaron al igual que Lautaro- que va a seguir viajando con ellas debido a que sus dos amigos se volvieron-.
  Los demás- Jano, Mariana, Hector y Andrea- esta mañana continuaron viaje. Nosotros cinco compramos la materia prima e hicimos dos docenas de pastelitos de membrillo y batata. Vendimos diecinueve, canjeamos dos por seis choclos y entre los cinco liquidamos los tres que quedaban. Recuperamos la plata invertida y ganamos ciento treinta pesos que vamos a usar para armar comida comunitarias y no tener que poner plata.
  Recién ahora, después de dormir una siesta, caigo en la cuenta de que no paré un  segundo en los últimos tres días. Cafayate es hermoso. Lindos paisajes, clima estable y a pesar de ser un pueblo chiquito tiene todo lo necesario.

29/5/17

11/03/17 Tafí del Valle/ Tucumán

  A pesar de la lluvia, ayer pudimos hacer el sendero de la cruz. En comparación con la montaña que hicimos con Maxi el año pasado fue muy tranquilo. La vista hermosa. Como siempre que veo algo así me hace pensar que sigo eligiendo la paz y la soledad antes que el ruido y la vida en la ciudad. Pero a pesar de lo bello de la vista que me regaló Mama Naturaleza en esta ocasión, algo dentro mio me dice que Tafí no es un lugar en el que viviría.
  Entre ayer y hoy se fueron todos nuestros compañeros de Hostel y a Eugene especialmente lo despedí con un cálido abrazo. Aprendí mucho de él. Mantenemos una linea de pensamiento muy parecida y me ayudó a continuar afianzando determinadas creencias. La patria es una ilusión, el Estado es una ilusión y la política es una ilusión. El cambio empieza acá y ahora, por cada uno de nosotros. Siendo pedagogo y estudiante simultáneamente, buscando ser libre, ayudando al otro siempre que te sea posible y analizándote cada día para así ser mejor. El individualismo no es malo, es posible serlo y también hacer tu parte y ayudar. Que se quede el resto con sus mentiras de colores.
  Hoy nos levantámos tarde, desayunamos unos mates con pan con queso, cocinamos unas tortillas de arroz y nos fuimos al Mollar. Caminamos por una hora y media y el camino iba desapareciendo a cada paso. Una perra nos acompañó y guió durante todo el trayecto. Vimos caballos, vacas, gansos y patos en su lugar natural. Por momentos nos asustamos cuando las vacas y toros nos miraban, mugían y empezaban a moverse todos juntos. Uno imagina a la vaquita de los dibujitos pero la realidad es que no me gustaría hacer enojar a esos animales. Una vez que comimos las tortillas de arroz, sacamos algunas fotos, charlamos un rato y volvimos. Me arrepiento de no haber llevado el cuaderno. Ese tipo de lugares me inspiran.
  Volviendo para el hostel nos encontramos con Facundo, el mochilero que conocimos en San Miguel. Le recomendamos el hostel y ahora esta acá con nosotros. Mañana seguramente salgamos temprano a la ruta para hacer dedo y llegar a Cafayate.

14/5/17

10/03/17 Tafí del Valle/ Tucumán

  Segundo día en Tafí del Valle. Ayer fue un día hermoso por varias razones.
  Nos levantámos temprano en Lules, comimos el desayuno que nos daban en el hotel que brilló por su escasez y su mala calidad- el azúcar tenía hormigas y las tortillitas que nos dieron estaban duras como un ladrillo- para después acercarnos a la ruta. Apoyamos las mochilas, estiramos el dedo y a los dos minutos nos levantó un hombre de San Miguel llamado Adrián. Nos explicó la historia de los distintos nombres de las montañas y nos dejó a mitad de camino de Tafí, en un pueblo llamado Santa Lucía. Para este momento eran casi las once de la mañana. Nos cruzamos a una chica que nos dijo que y cuarto pasaba un micro que nos podía dejar en Tafí y que volvía a pasar recién alrededor de las tres de la tarde. Para no perder mucho tiempo del día decidimos hacer dedo los quince minutos que restaban y si nadie nos levantaba para entonces tomar el micro para así no tener que estar ahí hasta las tres. Nadie paró para llevarnos y cuando pasó el micro subimos.
  La ruta que lleva a Tafí es increíble tanto por lo hermosa como por lo vertiginosa. Maravillado, miré un rato por la ventana hasta que me empece a sentir mal por la altura. Luego ese malestar se transformó en sufrimiento. Empecé a marearme, tener nauseas y a sudar frío. La pasé como el orto. Male, en cambio, estaba radiante de felicidad. Sacaba fotos y miraba por la ventana mientras me tocaba la pierna para demostrarme su apoyo. Me hizo reiki y cuando estábamos llegando me empecé a sentir mejor y pude ver por la ventana.
  Una vez en la terminal hablábamos del espectáculo que veíamos: valles, montañas, lagos, ríos, fauna y flora. Una de las cosas mas lindas que ví. Nos colgamos las mochilas y empezamos a caminar. Preguntamos por un hostel llamado " Los palenques" y al principio no nos supieron ubicar pero después de patear un rato mas y preguntar en informes lo encontramos. Cuando llegamos, tocamos en administración y el chabón no estaba. Estuvimos dos horas esperando hasta que vino un pibe a decirnos que capaz llegaba a la noche, que pasemos a dejar las mochilas y a comer algo. Lo hicimos, cocinamos unos fideos y después tomamos unos mates. Para las cinco el tipo cayó y le pagamos por una cama. Al ser estas de plaza y media le preguntamos si podíamos dormir los dos en una y nos respondió que sí, que nos la dejaba en cien cada uno en lugar de ciento veinte.
  Paseamos por el centro porque debido a la hora ya no llegábamos a ir y volver a hacer algún sendero. Una vez de vuelta en el Hostel, nos pusimos a charlar con un grupo de gente en que había una linda mezcla intercultural. Un rumano, llamado Eugene, me regaló un libro sobre anarquismo y descubrí en él a una persona que piensa muy igual a mi pero que tiene mucho mas mundo, mas libro y mas experiencia que yo. Hablamos acerca de los males del mundo, de viajar- el prácticamente vive viajando desde los veintiséis y ahora tiene treinta y cuatro, recorriendo muchos países de Europa y algunos de América Latina-, de filosofía y formas de vivir al margen.
  Después de comer llegó mas gente, se empezó a pasar la cerveza y alguna que otra sustancia de la que Male y yo pasamos. Nos reímos, contamos anécdotas y me sentí inmensamente cómodo y relajado. Esto es lo que vine a buscar, este tipo de gente libre e inteligente que te trata como a un amigo de toda la vida. Coincido con Keruac cuando dice "la única gente que me interesa es la que esta loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de cosas comunes".
  Alrededor de las doce y media con Male nos fuimos a dormir y hoy nos levantámos con un clima frío y lluvioso. Queríamos ir a hacer un sendero por el cerro pero viendo las circunstancias vamos a ver que pasa.

4/5/17

07/03/17 San Miguel de Tucumán / Tucumán

  Tras pasar una noche incómoda en el tren, alrededor de las once de la mañana, en el quinto día de viaje, llegamos a San Miguel. Estuvimos un rato largo caminando y nos encontramos con otros dos mochileros: Huén y Facundo. Preguntando en varios lugares llegamos a Turismo y averiguamos por donde y a que precios estaban los hosteles. CARÍSIMOS. Nada bajaba de los doscientos o ciento ochenta pesos. Al final conseguimos una habitación para cuatro personas en la que pagamos ciento treinta y cinco cada uno, pero con la desventaja de no tener cocina.
  Male al principio estaba un poco callada pero después entró en confianza y hablaba animadamente con nuestros temporarios compañeros. No me lo dijo, pero creo que la tranquilizó la presencia de otra mujer. Una vez ya establecidos en la habitación salimos del hostel, compartimos entre los cuatro las empanadas que nos quedaban a Male y a mi en la calle y empezamos a caminar. Male y yo entramos a un museo de arte Sacro mientras Huen y Facundo esperaban afuera para después entrar los cuatro a la Casa de Tucumán. Cuando ya terminaba la tarde decidimos ir a cargar el termo para tomar unos mates en el parque que se encuentra cerca de la terminal, pero la lluvia no nos lo permitió y terminamos por tener una extensa charla en la terraza semi techada del hostel en la cual Huén defendió la idea de practicar la militancia y participar de movimientos y protestas para cambiar al mundo al tiempo que yo defendía mi idea de vivir lo mas al margen posible y que el mundo se caiga a pedazos ( en algún momento voy a explicar esto por escrito). Después de bañarnos con Male fuimos a recorrer la feria de los artesanos y la peatonal en donde nos encontramos con Kathy, una amiga que tiene familia acá y estaba de visita.
  Me esta pasando algo parecido a lo que sentí en mi viaje al sur: los primeros días son difíciles. No saber en donde vas a dormir o como vas a llegar a los lugares, la falta de orden, puede resultar agobiante en un principio- hay que tener en cuenta que este viaje es mas ameno ya que el año pasado la primera noche la pasé abajo de un camión roto, en un descampado en Tres Arroyos-. Espero que todo siga igual a aquella primera experiencia y en unos días me acostumbre a la belleza de esta vida que voy a llevar por un tiempo.
  Por otro lado, San Miguel no me pareció la gran cosa. Es una capital y como tal en ella hay mucha gente, mucho ruido y mucho cemento. Aún siendo así, se aprecia una cultura diferente y estoy feliz de estar en este lugar y en este momento. De cara al futuro próximo busco pueblo, naturaleza, buena vista y tiempo para pensar. Veremos si lo encuentro.
 

24/4/17

06/03/17 Santa Fé (arriba del tren)

  Cuarto día de viaje. Después de dormir la segunda noche en lo de mi mama, a la mañana salimos para lo de los tíos de Male. Conocimos la reserva natural de Palermo, nos llevaron a almorzar a McDonald, visitamos el Centro Cultural Kirschner y pasamos frente a la Casa Rosada, El Cabildo y el Obelisco para finalmente ir a la casa a comer, bañarnos y descansar. Caminamos muchísimo y quedamos cansados.
  Hoy a las seis estábamos arriba y para las ocho estábamos en Retiro en donde nos encontramos otra vez con mi mama que vino a despedirnos. La impresión que me queda de Buenos Aires es la de siempre,- una ciudad gris, impersonal, triste, con sus gigantes de cemento y hormigón que absorben la vida de las personas; mucha gente, mucho ruido, muchas luces, mucho tiempo perdido- salvo por una excepción: es apasionante la cantidad de cultura e historia que abunda por todos lados. Por mas odio que tenga, me obligo a volver ya que no puedo permitirme no conocer determinados lugares y aprender muchísimas cosas.
  A las nueve treinta el tren comenzó a rodar y nuestros corazones a latir mas fuerte debido a la emoción. Ya pasaron diez horas de viaje y todavía nos quedan otras dieciséis aproximadamente. Acá arriba la comida y la bebida son bastante caras, me alegro de que mi mama y la tía nos hayan preparado una vianda que esta fenomenal. Cuando me acerqué al comedor con la intención de que me vendieran agua caliente me dijeron que no vendían, que tenia que ir a uno de los surtidores. Al encontrar uno de estos cargué el termo pero resultó que el agua estaba tibia. Se ve que mucha gente se provee y no esperan el tiempo suficiente para que recargue. Después de un rato volví a intentar y finalmente pudimos tomar mate. En estas diez horas también almorzamos, jugamos a las cartas, leí, dormimos, hicimos crucigramas y aprovechamos el Internet que Male tiene para conversar con familia y amigos. En un rato vamos a cenar, después voy a leer un poco y a intentar que la noche se nos pase rápido para así mañana a las once o doce de la mañana llegar a San Miguel.
  Hay una cosa, quizá la mas importante, que todavía tengo para dejar por escrito acerca de este comienzo de viaje.. Hace un par de días escribí que nos vino a visitar Agustina- la hija del que era el mejor amigo de mi papa( ahora están distanciados hace algunos años) que conozco desde que soy un bebe y la siento como a una hermana- y charlamos un montón sobre viajar y la vida en general. Ella nos contó que estaba cansada de su laburo como mesera y que en Junio o Julio quería ir a probar suerte a Córdoba para establecerse ahí, uno de sus lugares de ensueño. Me encantó esta noticia y obviamente la incentivé y y le deseé la mejor de las suertes al tiempo que le citaba al grande de Thoreau y la instaba a curtir ese espíritu aventurero que tenemos todos los hombres el cual se nutre de nuevas experiencias. Parece ser que el corazón valiente que le late en el pecho se despabiló aun mas al ver la emoción que teníamos Male y yo por la aventura que nos espera y ayer recibí un mensaje suyo que dice, y cito: "Hola hermano! Les deseo el mejor viaje y espero que los una mas como pareja y compañeros! Quería comentarte que ayer, después de la charla con ustedes, el bocho se me dió vuelta. Ayer me saqué el pasaje, el domingo salgo para Córdoba! Hoy voy a renunciar a mi trabajo."
  Este mensaje me alegró muchísimo. Cada vez somos mas los que elegimos probar esta vida.

13/2/17

Diario de un Introspectivo III

  Jamás voy a olvidar la sensación que tuve, la felicidad inmensa que sentí, cuando aquel auto que nos levantó en Piedra del Águila a Maxi y a mí paró en pleno centro del Bolsón, en esa plaza en donde estaba la feria. Bajamos las mochilas y nos quedamos absortos ante tanta belleza. Era un lugar mágico, con gente que parecía vivir de vacaciones. Y atrás las montañas adornadas de nieve aunque hacía calor.
  Lo habíamos logrado, habíamos llegado. No teníamos idea de en donde íbamos a dormir, que íbamos a comer o en que lugar nos encontraríamos al día siguiente. Nuestra vida era una aventura. Lejos de la rutina, de los mandatos sociales, de las responsabilidades y estructuras sin sentido. Lo único que importaba era disfrutar. Dependíamos únicamente de nuestras manos y piernas, nuestra voluntad y nuestra mente. Libre, así me sentía en ese momento del que ya ha pasado un año.
  Unos días antes de empezar Marzo estaba en casa. Contento conmigo mismo, mas sabio aunque aún consciente de mi ignorancia, feliz, relajado y con las ideas claras. Hoy me siento un prisionero, un esclavo social. Todo me aburre. Como mas de lo que necesito comer, gasto mas de lo que necesito gastar, sigo una rutina y cargo sobre mis hombros la angustia que conlleva vivir como una persona civilizada. Necesito escapar. Y ya falta poco. El seis de Marzo con Male nos vamos. No aguanto mas. Estoy incorporando las falsas necesidades y los miedos que promulgan. Es imposible mantenerse cuerdo cuando a tu alrededor están todos locos de atar. Si no me voy, me pierdo a mi mismo. Me preocupan idioteces. Esta sociedad enferma esta consumiéndome. No quiero su religión, su política, sus valores, su estructura y su estilo de vida. A medida que el tiempo pasa se cierran ventanas por las que escapar y las cadenas resultan mas difíciles de soltar.
  He de seguir el consejo de Thoreau: ¡levántate antes del alba y sal en busca de aventuras! Para encontrarme necesito salir y probarme, vivir una vida de aventuras.

21/12/16

27/02/16 Mar del Plata

  Viajar es volver. Estoy en casa devuelta después de una aventura que comprendió las provincias de Río Negro, Neuquén y muy poquito de Chubut. Thoreau recomienda levantarse antes del alba, salir en busca de aventuras y, al anochecer, volver a descansar al hogar. Es necesario tener un lugar en el mundo en donde puedas recargar energías para después de un tiempo volver a salir. La considero una de las condiciones fundamentales que ha de tener el sabio para poder filosofar.
  Fue tanto conmovedor como reconfortante sentir la calidez de mis pocos seres queridos y de la ciudad que me vió crecer. Hay un paralelismo entre el camino del filósofo que describe Platón y el viaje que realicé. Salí de la caverna y contemplé el Sol, para ahora volver y asegurar por conocimiento de causa que se puede vivir de otra manera, que lo que vemos no es todo lo que hay. Volví mas sabio pero aún siendo un ignorante al que mucho le falta por recorrer. Naturalmente ahora la templanza reina en mí. Volví al sagrado hogar y no sufro de necesidad alguna en este momento, pero se que voy a volver a salir para continuar con el camino introspectivo del conocimiento. En pocas palabras: vengo con mas certezas pero todavía quedan miles de interrogantes.
  Estudiar filosofía va a limar asperezas y me enseñará a enseñar. Vivir con mayor simpleza me hará crecer espiritualmente. Hakuna- Matata cumplirá el rol de relajarme- no hay tanto por qué preocuparse- y ayudarme a no vivir apurado. El hecho de haber sufrido lo que H.D Thoreau denomina "pobreza voluntaria" me permite saber apreciar. El grado de libertad absoluto es utópico porque, como sabiamente dijo Hegel, somos en relación a lo que no somos: Soy hijo por tener una madre, pienso y actuó conforme al lugar y contexto histórico en el que me tocó vivir. Sin embargo esto no debe tomarse como una excusa para no emprender la búsqueda de la libertad, no. Hemos de romper con lo impuesto y hallar el grado de libertad que nuestra alma requiera. No es aceptable el comportamiento de aquel que no es crítico o elije vivir en la ignorancia ya que acciona contrariamente a las aspiraciones de su espíritu. Tenemos que respetar nuestro lado salvaje- somos animales-, pero hay que aprender a dominarlo, de la misma forma en que deberíamos respetar nuestro lado pensante y espiritual.
  Fue Marx quien con mucho acierto aseguró que la filosofía carece de sentido si no se la lleva al plano práctico. Obtenemos algunas cosas por azar y otras por nuestra propia obra. De estas ultimas hay que ocuparnos

27/10/16

Carta enviada a Ron Franz por Cristopher McCandless

      " ¡Hola, Ron! Soy Alex. Te escribo desde Carthage. Ya hace casi dos semanas que estoy trabajando aquí. Tardé tres días en llegar desde que nos despedimos en Grand Junction. Espero que tu viaje de regreso a Salton City transcurriera sin contratiempos. El trabajo me gusta y todo va bien. Las temperaturas son suaves; cuesta creerlo, pero hay días en que no hace nada de frío. Algunos granjeros incluso ya salen a trabajar al campo. Supongo que en California el calor aprieta cada vez más. Me pregunto si tuviste ocasión de ir a las fuentes termales el 20 de marzo y llegaste a ver la cantidad de gente que se congrega allí para la reunión del Arco iris. Por lo que sé, podría haber sido muy divertido, aunque la verdad es que no creo que una cosa así encaje demasiado con tus gustos.
  No voy a quedarme mucho tiempo en Dakota del Sur. Mi amigo, Wayne, quiere que siga trabajando en el elevador de grano durante el mes de mayo y que luego lo acompañe todo el verano con el grupo de cosechadoras, pero mi mayor ilusión es emprender mi odisea; antes del 15 de abril espero espero estar camino de Alaska. Eso quiere decir que me marcharé dentro de poco, de modo que si he recibido correspondencia necesito que me la mandes a la dirección que figura al pie de esta carta.
  Los momentos que hemos pasado juntos han sido muy agradables y te agradezco de todo corazón la ayuda que me has prestado. Espero que nuestra separación no te haya deprimido demasiado. Puede que pase mucho tiempo antes de que nos veamos de nuevo. Pero, si consigo superar la prueba de mi viaje a Alaska y todo sale como espero, te prometo que volverás a tener noticias mías. Quiero repetirte los consejos que te dí en el sentido de que deberías cambiar radicalmente de estilo de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Se audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo. Tal vez parezca que todo eso nos proporciona serenidad, pero en realidad no hay nada mas perjudicial para el espíritu aventurero del hombre que la idea de un futuro estable. El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura. La dicha de vivir proviene de nuestros encuentros con experiencias nuevas y de ahí que no haya mayor dicha que vivir con unos horizontes que cambian sin cesar, con un sol que es nuevo y distinto cada día. Si quieres obtener mas de la vida, Ron, debes renunciar a una existencia segura y monótona. Debes adoptar un estilo de vida donde todo sea provisional y no haya orden, algo que al principio te parecerá enloquecedor. Sin embargo, una vez que te hayas acostumbrado, comprenderás el sentido de una vida semejante y apreciaras su extraordinaria belleza. En pocas palabras, deja Salton City y ponte en marcha. Te aseguro que sentirás una gran alegría si lo haces. Aunque sospecho que harás caso omiso de mis consejos. Sé que piensas que soy testarudo, pero tu lo eres aún más. En el viaje de regreso tuviste la oportunidad de contemplar una de las grandes maravillas de la tierra, El Gran Cañón de Colorado, algo que todo americano debería ver al menos una vez en la vida. Sin embargo, por alguna razón que no alcanzo a comprender, todo lo que querías era salir corriendo hacia casa tan rápido como fuera posible y volver a una situación donde siempre experimentas lo mismo. Mucho me temo que en el futuro seguirás teniendo las mismas inclinaciones  y te perderás todas las maravillas que Dios ha puesto en este mundo para que el hombre las descubra. No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas. Aun te quedan muchos años de vida, Ron, y seria una pena que no aprovecharas este momento para introducir cambios revolucionarios en tu existencia y adentrarte en un reino de experiencias que desconoces.
  Te equivocas si piensas que la dicha procede solo o en su mayor parte de las relaciones humanas. Dios la ha puesto por doquier. Se encuentra en todas y cada una de las cosas que podemos experimentar. Solo tenemos que ser valientes, rebelarnos contra nuestro estilo de vida habitual y empezar a vivir al margen de las convenciones.
  Lo que quiero decir es que no necesitas a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente, esperando que la agarres, y todo lo que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla. Tu único enemigo eres tu mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en las que vives.
  Espero que abandones Salton City tan pronto como puedas, enganches un pequeño remolque a tu camioneta y empieces a contemplar la gran obra que Dios ha creado en el Oeste americano. De verdad, Ron. Aprenderás mucho de todo lo que veas y de las personas que conozcas. Lleva una vida austera, no vayas a moteles, prepárate tú mismo la comida. Ten como norma gastar lo menos posible y la satisfacción con que vivirás será mucho mayor. Espero que la próxima vez que nos veamos seas un hombre nuevo y hayas acumulado un sinfín de aventuras y experiencias. No lo pienses dos veces. No intentes encontrar justificaciones para aplazarlo. Solo tienes que salir y hacerlo. Así de simple. Sentirás una gran alegría por haber emprendido un nuevo camino.
  Cuídate, ron,

                                                                                             Alex "

  Este hombre, Ron Franz, cuyo nombre es un seudónimo que le puso Jon Krakauer, escritor de "Hacia rutas salvajes", siguió al pie de la letra los consejos de Cristopher McCandless. Se compró una GMC Duravan, la equipo con lo necesario para acampar y se instaló en el mismo lugar en donde había acampado McCandless, poniéndose cómodo para esperar, los días que hiciese falta, el regreso de su joven amigo.

9/9/16

18/02/16 Lago Villarino/ Camino de los siete lagos/ Neuquen y 19/02/16 Lago Falkner/ Camino de los siete lagos/ Neuquen

  A la noche llovió torrencialmente y entró bastante agua a la carpa. Dormí encogido debido a que la parte de abajo de la bolsa de dormir estaba empapada, lo que provocó que despertara con las medias y los pies mojados. Siendo las ocho de la mañana- hora estipulada para levantarnos e irnos- la lluvia se mantenía firme. Esperamos y a las nueve paró. Intentamos secar en una estufa algunas cosas mojadas con relativo éxito y nos despedimos del "Clandestino" dejando atrás Villa La Angostura.
  Teniendo en cuenta nuestra experiencia mas reciente con el dedo y lo lluvioso del día, fuimos a la terminal a tomar directamente el micro que va desde La Angostura a San Martín, recorriendo los siete lagos. Bajamos en el Villarino, un camping libre, y como consecuencia del pasto mojado y  nuestra poca mano para el fuego- hay que decirlo- no pudimos cocinar. Además nos olvidamos de comprar alcohol para usarlo con las hornallas caseras que hice. El resultado final de esta serie de acontecimientos es que me encuentro escribiendo frente a un lago hermoso, con muchísimo frió y habiendo comido un par de galletitas en todo el día. Son las cinco y media de la tarde y no tenemos idea de que vamos a comer a la noche. La realidad es que el sur no trató con mucha amabilidad a estos dos inexpertos mochileros este dieciocho de febrero. La noche va a ser cruda y espero poder llevarme algo caliente al estomago antes de acostarme. Probablemente algún día me ria de esto y entre en la cuenta de que esta experiencia me sirvió para algo, pero por el momento me encuentro bastante contrariado.




  El cielo siempre puede abrirse. Ayer, con esfuerzo, logramos prender un fuego mas que aceptable y me fui a dormir en una bolsa que finalmente se secó pensando que el día terminó bien.
  El viaje tiene sus altibajos pero lo importante radica en saber disfrutarlo a pesar de todo. Hoy nos levantamos, hicimos un fuego medio pelo, comimos lo que denominamos unos fideos " a la ceniza" y caminamos hasta este lago. No se me debe malinterpretar, el sur es hermoso y me prometo volver en algún momento- especialmente al Bolsón-, pero al llegar a la playa de arena en la que me encuentro en este momento rectifico mi pensamiento de que lo mio es el calor y la playa, y no el frió y la montaña. Si bien la arena que pisan mis pies no es la misma que las de mis playas de ensueño o las de Mar del Plata, es arena al fin y su solo tacto me hace sonreír. Hace calor y el lago esta tibio. Esto me inspira todavía mas a viajar y a pensar en la libertad.
  Pienso que si el hombre viviera con mas simpleza y supiera disfrutar de tales sensaciones el mundo seria un lugar mejor¿ Por qué elegir un hotel cinco estrellas si podes, en una noche, contemplar un millón? En la sociedad de hoy en día se piensa que cuanto mas se tiene mas feliz se es. Si uno quiere tener mucho deberá esforzarse mucho también, y, a su vez, al acostumbrarse a vivir con excesivos lujos, pensará que necesita aun mas. Esto los lleva a un circulo vicioso en el que se les va la vida ¿ y si buscamos lo mas vital y nos permitimos un lujo de vez en cuando en lugar de hacer de este un estilo de vida excesivamente superficial ? Hay que aprender a vivir con simpleza porque allí se encuentra el secreto de la felicidad  ¿ Que mas da si no tenemos el último celular o si no comemos pernil varias veces por semana si tenemos un mate para compartir y algo de que charlar? Sócrates fue el que dijo que quien peca lo hace por ignorancia ¡ Pobres de aquellos que piensan que hallarán la felicidad teniendo seguridad económica o disfrutando de grandes banquetes! El que sabe vivir con poco, no va a sufrir cuando no tenga mucho. Y en eso se basa la felicidad: en la ausencia del dolor y la búsqueda del placer moderado.
  

3/8/16

16/02/16 Villa La Angostura, Neuquen

   Una vez mi temerario y atérmico amigo se metió a nadar en el Lago Epuyén- Chubut- con un viento que nos volaba, dimos la vuelta para volver a tomar el colectivo que nos alcanzaría nuevamente al Bolsón y, por espacio de quince o veinte minutos, nos perdimos en la montaña. Fue solo un susto que sirvió para recordarme que a la madre de todas las madres- la naturaleza- hay que respetarla ademas de profesarle admiración.
    El Bolsón me encandiló y me prometo volver en algún momento. Al parecer el sentimiento es reciproco ya que el pueblito artesanal no nos quería dejar ir: nueve horas haciendo dedo en vano para finalmente terminar tomando un micro a Bariloche. Sin duda alguna dejó en mi huella y bellos recuerdos, pero el camino y los tiempos indicaban que había que seguir.
  Al llegar a Bariloche ya estaba oscuro y los campings excedían nuestro presupuesto, lo que nos llevó a conocer la gran diferencia entre dormir a la intemperie en la provincia de Buenos Aires y en el sur. Descansamos poco y mal, y a la mañana siguiente caminamos hasta la ruta cuarenta con la intención de romper la mala racha con el dedo y que alguien nos levante. Nuevamente nos esforzamos por nada, pero esta vez, aprendiendo de la experiencia, no quisimos llegar de noche y nos tomamos un micro.
  Aproximadamente a las dos de la tarde nos despertamos sobresaltados cuando el chofer nos gritó que había que bajar. Debido al cansancio los dos habíamos parpadeado larguísimo y cuando abrimos los ojos estábamos solos en el colectivo. Agarramos las mochilas y como ya nos habían advertido que esta ciudad también es cara y recomendaron un camping/hostel llamado "El Clandestino", mas económico, comenzamos a buscar carteles pegados de dicho lugar ya que para informes turísticos ese camping no existía, o, en realidad, al ser el camping particular no deben tener ningún acuerdo que los beneficie y, por tanto, no nos iban a conceder esa información. Una vez que encontramos el cartel llamamos y acá me encuentro en este momento. El lugar es una casa en la que te permiten acampar en el patio con acceso a la cocina, el living, la electricidad y el baño. Encontramos a una pareja de nuestra edad con la que nos habíamos cruzado en Bahía Blanca y charlamos un rato con mate de por medio.
  Una nota a tener en cuenta para futuros viajes es que en la ruta no suelen levantar mucho a dos o mas hombres y si a las parejas o a viajeros solitarios. Hoy dormimos acá y mañana vamos a pasar el día al Lago Correntoso para volver al Clandestino y pasado mañana ya levantar campamento para conocer mas lagos.

28/6/16

10/02/16 Lago Puelo/ Chubut

  Mientras venia para acá, me encontré en el colectivo con un hombre que, calculo, rondaba los cincuenta. Hace un año atrás se separo de la mujer con la que compartió mas de veinticinco años y desde entonces se largó a viajar. Me aseguraba haber sufrido mucho y que ahora quería dedicarse tiempo a sí mismo. Vivió los últimos seis meses en Comodoro trabajando en una estación de servicio, trabajo que le consiguió su hermano con quien vivía hasta que, molesto por una broma pesada que le hizo su sobrino, se marcho sin decir palabra. También se quejaba de sus dos hijos- de dieciocho y veintidós-  que no le hablaban para preguntarle como estaba o por el simple hecho de tener contacto, a pesar de él argumentar que antes mantenían una buena relación y que todos los meses les manda plata.
  Percibí en este hombre muchísima tristeza. Desde mi punto de vista es un error viajar para escapar de los problemas. El amor y las relaciones cumplen una función mas que importante en la vida de todos nosotros. Existen tanto padres que aman a sus hijos pero ejercen ese amor de forma errónea como hijos crueles que en su impotencia no son capaces de ver mas allá de ellos mismos. Por ende, debido a mi falta de conocimiento de causa y haber visto solo un lado de la moneda, no me considero apto para opinar acerca de esta situación en particular. Viajar es una forma de romper con las reglas de la rutina y el modo de vida impuesto por el sistema; una batalla espiritual para encontrarte en medio de esta masa impersonal y alienada, y no una manera de olvidar tus problemas pues estos te van a seguir a donde quiera que vayas.
  Hoy Hakuna-Matata- estandarte de mi filosofía de vida-  tiene mas sentido que nunca porque lo estoy practicando con mayor fluidez. No me preocupo, no me angustio, porque aquellos problemas que la sociedad afirma solo existen en nuestra mente lavada reiteradas veces, día tras día, año tras año. Una vez cubiertas las necesidades básicas- alimento, agua, salud, hogar, ocio y amor- el camino te abre todas las puertas para ir a buscar la libertad/ felicidad que tu alma anhela, que es un placer moderado que el hombre necesita para estar pleno. Como repetí una y mil veces, esto se logra filosofando, contemplando y llevando a cabo una filosofía práctica.
  Volviendo al presente físico, vinimos a pasar el día a Lago Puelo y a la noche nos volvemos al Bolsón por una cuestión de conveniencia respecto de los precios de los campings. En este momento escribo desde la orilla del lago. Aunque hay demasiada gente para mi gusto, las montañas que se esconden detrás del lago de verde intenso inspiran.
 
 

1/6/16

Diario de un introspectivo II

  " A donde quiera que uno vaya los hombres lo perseguirán y sacudirán con sus sucias instituciones, y, si es posible, lo incluirán a la fuerza, en su sociedad" afirma certeramente Thoreau. Te chupan, te absorben, con doctrinas y una moral a la cual hay mucho que criticarle. Quieren que seas parte; es molesto el que no esta conforme y trae a colación todas aquellas inquietudes que quieren hacer a un lado para así no permitir que el caparazón de mentiras que la sociedad provee no se rompa. Se esconden en la religión, en la política o en la rutina permitiendo que sus propias creaciones se adueñen de ellos.
  A partir de algo que leí el otro día empece a reflexionar acerca del hombre y sus misterios. Se dice que Adán, pecaminoso, probó el fruto prohibido y por ello fue expulsado del paraíso. Se suele describir a este ultimo lugar como a algo de belleza sin igual en el que la pureza alcanza su punto culmine. No puedo evitar una analogía con la naturaleza: ¿ no somos, acaso, lo único externo a ella, lo único que altera el orden autosuficiente de la misma? Las montañas, ríos, mares, volcanes, estrellas, el sol y la luna, nunca han buscado verdades, nunca se cuestionaron el por qué de su existencia. Al igual que las plantas y los animales simplemente están ahí, son parte de un todo al que nosotros no pertenecemos. Con o sin fruto prohibido, siendo o no creyentes, fuimos excluidos de todo lo que nos rodea, estamos perdidos en el cosmos. En pocas palabras: algo, alguien o la nada misma nos dió una patada en el culo con el mensaje implícito de que nos la arreglemos solos. No me considero una persona religiosa, pero es innegable la existencia de algo mas grande que nosotros y aquel que lo niegue es un necio. Creamos y seguimos creando para olvidar, con el objetivo de no permitir que el fantasma de nuestra angustia existencial entre a escena. Parafraseando al Sócrates platónico: "sabio es aquel que tiene conciencia de su ignorancia", el peor necio que puede existir es aquel que cierra los ojos y abraza las instituciones creyendo que su frágil casita de cartas no puede ser derrumbada con las mas leve ventisca.

27/4/16

08/02/ 16 El Bolson ( en la montaña), Rio Negro

  Ayer con Maxi y Julián, un compañero que hicimos en el camino, subimos al glaciar. La caminata fue realmente un reto, pero ni bien llegamos a la cima  no dudé ni un instante de que la travesía valió la pena de principio a fin. Dormimos en un refugio llamado Natación  pasando una noche de frío cruento. Esta mañana tomamos unos mates frente al lago mas hermoso y tranquilo que ví para después levantar campamento, despedirnos de Julián  luego de compartir dos días con él, y emprender la marcha hacia El Cajón del Azul, otro refugio. El cansancio acumulado de dos días de recorrer caminos difíciles dicen presente en la carne y costó, pero alrededor de las dos y media de la tarde llegamos, cocinamos algo e hicimos un recorrido de cuarenta minutos para conocer el famoso cajón. Bello de diferente forma a lo que vengo viendo y creo entender que el lugar en la jerarquía es algo subjetivo. De todas formas desde que subí a la montaña todo significo una caricia a la vista.
  Como la persona compleja, crítica y también complicada con la que me identifico tengo una observación que no puedo dejar pasar: Por mas hermoso que sea este lugar la huella corrompida del hombre civilizado esta inculcada en todo recoveco. Indigna ver como se aprovecha la desventaja del visitante por parte de las autoridades del refugio. Bañarse, 25 $; un paquete de galletitas, 50$; una comida caliente entre 120 y 200 $, entre otras, ¿que necesidad de hacer negocio abusivo? Entiendo la oportunidad, pero no la razón coherente. El ser humano tiene la desdichada y falaz ilusión de que la cantidad es mejor que la calidad. Tener los proteje, eso es lo que piensan. Otro detalle que noté- esta vez de carácter agradable- es el continuo esfuerzo por no contaminar y cuidar de los recursos de que la montaña los provee. Al margen de la cantidad de los falsos disfraces de idealistas que están de relieve, me resulta satisfactoria la forma de tratar al otro y a la naturaleza que hay acá ( a excepción del negocio burgués que esconde tal imagen de comunidad).
  Hace un rato, mientras escribía, un hombre de rastas me preguntó sobre que escribía y terminamos por tener, junto con su pareja también, una de esas charlas ricas en materia espiritual. Ellos están juntos hace diez años y eligieron sacrificar la comodidad de la vida en la zona de confort para viajar y disfrutar de un pasar mas relajado. Ambos me hicieron llegar la impresión de ser gente culta, leída y viajada. Me relataban como sus conocidos los hostigaban con preguntas relacionadas a formalizar o a tener familia y como ambos respondían que eligieron otra cosa y mañana, en caso de cambiar de idea, lo harían y ya. Otra lección a aprender: escuchar al otro es útil para, día a día, volver a preguntarse si sigo siendo fiel a lo que pensaba ayer.

22/1/16

Diario de un introspectivo

 
                                                                                                                               05/01/16                                                                                                                                                               Mar del Plata



Dudo, dudo y sigo dudando; y hago bien, porque la duda es útil y el que no la implementa es un titere.Simplemente no puedo acatar las verdades universales sin más. El ser humano se pierde en placeres mundanos y no se detiene a contemplar. CONTEMPLAR. De eso se trata: de observar a las personas, sus reacciones, sus ambiciones, sus metas, las relación que entablan con los demás y con la sociedad, sus temores, sus pensamientos, la semilla de la tristeza que germina, la enfermedad espiritual que los carcome, su zona de confort, que piensan acerca de ellos mismos, de Dios, del mundo, de la muerte, de la libertad, de la felicidad, del amor y del papel que cada una de estas cosas juega en sus respectivas vidas. CONTEMPLAR. A la naturaleza, también. A la naturaleza sobre todo: su maginificencia, su belleza, sus misterios; pensar si posee espíritu, si es omnipotente, si es omnisciente, que posicion metafísica o existencial ocupa. Deberiamos dedicar mas tiempo a observar minuciosamente y a preguntar.
  Sócrates preguntaba todo el tiempo, en todos lados y a todo el mundo. Amó con pasión y entregó su vida a una ciudad que lo mando a probar el sabor de la cicuta sin remordimiento alguno. Fue el profeta de un nuevo mundo pero vivió y murió en el antiguo. Aseguraba que el conocimiento viene desde adentro, que es un hallazgo personal. Es el claro ejemplo de un buen ciudadano. Lucho por su ciudad en una guerra, la vió invadida por tiranos, aguanto pestes que mataron a un tercio de la población y presenció como resurgía de las cenizas para dar comienzo a su época dorada. Pero el filósofo cometió el "error" de preguntar acerca del Bien y del Mal, de las verdades universales y de las costumbres atenienses. Sócrates contemplo y dialogo para ayudar al otro a adquirir conocimiento.Por esta razón y sumado a que el no hizo nada para impedirlo, lo mataron. Triste pero real.
  La sociedad castiga al que contempla, piensa y pregunta. La forma de castigo depende de la preguntar y del contexto historico en que ella haya sido realizada. El mundo no quiere cambiar. Las verdades no interesan porque las mentiras son mas faciles de aceptar.
  Quiero dedicar mi vida a la contemplación, a la duda, a la pregunta. No para ser como Sócrates- como el no habra otro-, si no debido a que pienso que hay pocas cosas mas importantes que la verdad y cuanto mas se sepa mas herramientas tendremos para enfrentar a este mundo triste. Creo firmemente que en el conocimiento podemos hallar cierta cuota de felicidad.

25/8/15

La vida es otra cosa

  No quiero. Me niego. La vida es otra cosa que sufrir para subsistir económicamente, trabajar para tapar huecos, estudiar por lograr seguridad, males de amores, aceptar la realidad que nos rodea como totalidad, acatar las verdades universales como ciertas sin antes cuestionarlas y seguir el caminito empedrado que esta rodeado por vayas en lugar de romper con lo impuesto para buscar nuestra propia verdad. No me resigno a lo que significa la vida en sociedad.
  No me considero una persona triste pero, aún así, siento que me falta algo para ser feliz. Estoy en el medio y soy una persona con tendencia a los extremos. Tanto mi cabeza como mi corazón tienen preguntas existenciales que necesitan respuesta. Acá no las voy a encontrar. Intento una y otra vez verle el lado positivo al estilo de vida "común" y, por momentos, lo logro. Pero este no me llena y me pregunto si hay algo mas, otra opción que el abanico que te muestran al llegar a adulto.
  Creo en la famosa frase de McCandless "La felicidad solo es real cuando es compartida", pero también pienso firmemente que cada persona debe realizar una búsqueda para encontrarse a si mismo de forma real. Y este es un camino que uno ha de recorrer solo para, de esta forma, aprender a aceptarte y quererte, plantearte quien sos y quien querés ser, tomar dimensión del mundo, su belleza y analizar que lugar querés ocupar en el, que estilo de vida elegís para vos, que filosofía, y muchas otras cuestiones internas para encontrar TU verdad y así sentirte capaz de enfrentar al mundo estando tranquilo con lo que sos. Tus valores, tus principios, tus objetivos.
  Hay mucho para ver y conocer. El mundo es hermoso y, en mi opinión, no vale la pena ver la vida pasar por la ventana del auto mientras vamos de casa al trabajo y del trabajo a casa. Que el mundo entero se convierta en tu hogar.
  Simplemente digo que no quiero convertirme en "La gente que habla sola"*. Las personas sufren mucho, y lo hacen en silencio. Las razones son muchas. Con el correr de los años entran en la cuenta de estar perdidos, sentirse solos y tristes por diversas razones. Nunca se tomaron ese tiempo de introspección, que es el paso previo a salir a buscar tu felicidad. La sociedad nos transforma en números que vienen y van; solo nos permiten tener activadas tres opciones: Trabajo, miedo, aceptación. Venden pescado podrido y te aseguran ser un privilegiado por poder deleitarte ante tal maginifica delicia. Venden gato por liebre y nosotros compramos.
  No nos sumamos en la tristeza, no aprendamos a vivir con dolor. Vivamos buscando nuestra verdad, nuestra felicidad, por mas utópica que parezca.
  Tengo mucha sangre todavía y me hierbe en las venas. A buscarse a uno mismo, a establecer nuestra filosofía de vida. A no tener miedo, porque esta pelea es la de la salvación.


https://www.youtube.com/watch?v=YjcPwvufGmQ *  Presten mucha atencion a la letra.